La ventaja de elegir un hotel céntrico

Viajar es algo que a muchas personas nos agrada y más si vamos de vacaciones a un sitio totalmente desconocido o hacemos esa pequeña escapada para un puente o fin de semana, a ese nuevo lugar  que tanto deseamos conocer y si ya de paso vamos un poco más desahogados, sin mirar tanto en el dinero,  ¿por qué no darnos el capricho de alojarnos en un buen hotel?, cuando digo un buen hotel no me refiero solo a su categoría, me refiero a todas las ventajas que podemos encontrar cuando nos alojamos en este tipo de establecimiento, pero sobre todo una de las ventajas más importes es su ubicación. En las grandes ciudades como por ejemplo Barcelona, es muy difícil saber encontrar un buen hospedaje, ya que dispone de un tremendo abanico de posibilidades, podemos encontrar hoteles muy baratos y de calidad pero totalmente alejados del centro de la ciudad y esto para una persona que viene de otra capital, es un problema, ya que al no conocer la ciudad perderá mucho tiempo y  no podrá disfrutar plenamente de la vida cultural y nocturna que nos brinda esta encantadora ciudad, ¿a quién no le gustaría hospedarse lo más cerca posible de La Plaza de Catalunya, de La Rambla, o del Paseo de Gracia? y sin ir más lejos, ¿a quién no le gustaría correr las cortinas de la ventana de su cómoda habitación y descubrir imponente unas de las torres más emblemáticas de Barcelona y el monumento más visitado de toda España?, el Hotel Rosellón de Barcelona es uno de los hoteles que me ha sorprendido gratamente, porque por su cercana ubicación nos brinda la posibilidad  de poder contemplar la maravillosa obra de Gaudí sin apenas movernos del hotel y tener unas vistas excepcionales, es ideal para planear esa escapada de fin de  semana y de poder conocer esta preciosa ciudad, montando un campamento base, moderno, funcional y muy cómodo desde todo punto de vista.

 

No soy una experta en hoteles, pero si os puedo contar que en mi buena época, cuando vivía en Barcelona conocí unos cuantos cuando estaba en plan romance con mi  marido, recuerdo que siempre que él viajaba a Barcelona reservaba en un hotel diferente y yo siempre tenía que andar con el mapa del metro para encontrar ese dichoso hotel. Él al no vivir en Barcelona nunca se fijaba si el hotel estaba lejos o cerca, o si había una parada del metro,  así que ahí empezaba nuestro dilema: ¿caminamos o cogemos el metro? ¿Hay que hacer transbordo? ¿Habrá que coger el tren de cercanías o el ferrocarril o sólo podremos llegar en un taxi?, La fortuna, es que cuando se está enamorada no hay prisas así que estas cosas las pasamos por alto, lo importante es aprovechar todo el tiempo lo más productivamente posible.

Dependiendo del plan que tengamos yo creo que los hoteles cambien según nuestras necesidades, ahora encontramos hoteles para todos los gustos tanto para aquellos que van por trabajo o de negocios, en plan de romance o como turista y si ya hay niños pues también hay hoteles para ir con ellos, los hay antiguos, reformados, modernos, funcionales, de diseño, cercanos o alejados, cerca del mar o en la montaña…Pero, ¿sabemos elegir un buen hotel a la hora de hacer un viaje?.