Mis bebes Macrosómicos!!

Mi primer hijo fue un bebé macrosómico (bebé grande), nació con 4.450 kg. y midió 54 cm. ¡Vaya sorpresa nos llevamos mi marido y yo al ver a nuestro primer retoñito de esas magnitudes!. Ni la tocóloga viendo su última ecografía fue capaz de vaticinar que mi pequeñín iba a nacer con ese gran tamaño ¡ya casi criado! Tuve un embarazo normal, nada de complicaciones, nada de diabetes gestacional. Por lo cual  no me privaba de nada a la hora de comer, entre berlinas rellenas y glaseadas, platos exóticos sobre todo para cenar y muchos y descomunales merengues, pasé mi último mes y eso que tan solo me engordé 14 kilitos, nada mal para un primer embarazo. ¿Y quién iba a pensar que mi bebé iba ser macrosómico?

Lo cierto fue que el parto fue bastante difícil, largo y muy duro,  claro con semejante tamaño ¿cómo no iba a ser complicado dar a luz?  Mi hijo era el bebé más grande de todos, y ¡el más hermoso! pero  con unas ganas enormes de comer a cada minuto y  a causa de eso, tuve pezones agrietados y muy doloridos y muy pocas ganas de volver a pasar por lo mismo otra vez...

Pero el tiempo pasa, y el deseo de un retoño al que cuidar, hace que todo se olvide y volví de nuevo a las andadas, a diferencia de que mi segundo hijo, también macrosómico, nació con  4250 kg  y 52 cm., menos  grande que el primero pero también de buen tamaño. Esta vez tuve más controles (sobre todo de peso), mas análisis de azúcar, pero todo era normal...no tenía por qué preocuparme más aún cuando la tocóloga me puso a dieta extrema, nada de tentaciones en Navidad, nada de dulces, ni chocolates, ni merengues, ni donuts...tal fue el caso que solo me engordé 8 kilitos de nada, ¡toda yo ero solo tripita!, el nuevo parto fue mucho mejor que el primero, fácil, corto y muy emocionante (hablaré de eso en otra entrada). También mi chiquitín era el más grande de todos, el más hermoso y el más tragoncete y ¡aún lo es! Esta vez no tuve los pezones agrietados aunque si un poco doloridos, ¡pero nada comparado con el primero!

En fin, a lo que quiero llegar es que un  bebé que nace grande, a veces no es por causa de tener complicaciones en el embarazo, como diabetes o por subir mucho de peso, en mi caso es genético (mis hermanas han tenido también bebés grandotes). Ahora mi preocupación es que mi bebé sigue siendo mucho más grande de la media y regordete, tanto es así que con tan solo dos meses y medio tiene el peso y el tamaño que muchos tienen más allá de los seis. Mi pediatra me dice que no me preocupe, que la leche materna no genera niños obesos, que ya se regulará, el percentil de peso de mi bebé, no está en el 100%, está…¡en la estratosfera! Pero ya sabéis cómo son algunas personas siempre dando sus consejos absurdos y con algún comentario de mal gusto, generalmente de forma irreflexiva, soltando lo primero que se les pasa por la cabeza: — no le des tan seguido el pecho, a mi hija le daba cada 3 horas, si le das cada menos te va a volver loca, — ¿no estará demasiado grande y gordo?, —  ¿Qué le das de comer… biberón? — ¿esta así solo con la teta, ¡no puede ser! — Yo que tú no le daría al primer "búa"...esto y más cosas ya innombrables que una tiene que soportar pacientemente de buen talante.

Como dice mi marido a estos comentarios ni caso, lo importante es que mi chiquitín es un bebé muy sano y fuerte y ¡también precioso!